viernes, 16 de octubre de 2009

Si me dejaras

Si me dejaras hoy te llevaría en mi bolsillo a descubrir calas de luna perenne dónde las olas te salpican en la mejilla como si de un beso salado se tratara.
Si esta noche me permitieras robarte por un pequeño plazo de tiempo, te acurrucaría en mi sayo para que no te enfriaras mientras te paseo, por las sobrias calles de una ciudad dormida que se viste de luces para verte pasar.
Si de mí dependiera, no serías sólo un recuerdo naufragando en mis pensamientos y te haría etéreo por siempre en mi presencia aunque la distancia entibiara nuestros lazos.
Soñarte es el arte que me embriaga, el lienzo que me encoge, la obra que nunca podré esbozar. Quiero beberme a sorbos tus palabras y nutrirme de tus pensamientos. Deseo leerte como un libro del que se disfruta pagina a página, empapándome de ti y acariciando cada esquina como curva de tu cuerpo para que no hubiera un rincón por descubrir al que no haya llegado nadie; imaginando y empatizando con el momento si con eso he de conformarme. Me encantaría ser el conquistador de tierras yermas tan serenas que me acercaran a la historia, a tu leyenda, porque probablemente eres el mito que idealizo con la ingenuidad de una adolescente. Pero me encanta que me encantes...
Te odio tanto que si atisbaras la décima parte de mi cólera no quedaría más que la culpabilidad de un dolor inmenso que agujerea cortezas como cigarros al papel. El rencor de la indiferencia arroja las sombras a todo el mundo de fantasía que reinvento para encontrarte, la impotencia de los labios sellados me atormenta con frecuencia para recordarme que estoy muerta porque siento demasido. A veces desearía ser apática como un alcornoque, bamboleandose al son del viento que lo azota, aceptando la tranquilidad de la vida, sin pedir lunas a doquier.
Si me dejaras esta noche te contaría los cuentos mas asombrosos, las batallas más rudas y los viajes más sorprendentes que deleitaran tus oídos al calor de un aliento embriagador.
Si me donaras la oportunidad de quererte, te apretaría tanto como para fundirme contigo pero me alejaría de tal manera que no notaras mi existencia.
Ciertamente si me quisieras yo no querría por no querer que dejaras de quererme, probablemente decidiera regresar en el tiempo para adorarte de este modo ,que me proporciona la ocasión de anhelare sin haberte tenido , conservando todo lo bueno de un amor limpio y de un mal encuentro que nunca tuviera lugar.
Si me concedieras un alegato con el que defender mi cobardía, expondría la necesidad de no olvidarte mientras pueda conservar la compostura, mientras mis intenciones queden en deseos reprimidos que no trastoquen tu vida, que no te dañen si me lanzo a descubrirte que me muero por regalarte esta y todas las noches de mi vida, aunque me arrepienta de no poder haberme arrepentido.